miércoles, 2 de febrero de 2011

Teléfonos móviles vs cartas

El móvil, (teléfono móvil o celular) es un elemento vacío y pertenece, por tanto, al paisaje general y más completo del universo de los no-lugares. Un móvil no te comunica con nadie ni nada, solo con el sonido lejano de alguien, con el casi nadie de alguien.

Podemos decir que el móvil deshumaniza el contacto humano que supone cualquier relación. Que la voz de tu amada aparezca por el audífono de tu teléfono no supone en ningún caso un "milagro en suspenso", un florecer sostenido. Y no sucede esto porque las capacidades de un móvil abarcan casi el límite de la comunicación y no dejan nada más. Me explico. Cuando llamas por teléfono móvil, el porcentaje de éxito de la transmisión del mensaje es muy alta, no hay incertidumbre que provoca sentimiento. La incertidumbre y la probabilidad no tienen cabida y por tanto tampoco lo tienen los "milagros en suspenso".

La ausencia de tecnología, (o al menos la tecnología más física y real) suele dar resultados más imprecisos pero también más vitales y milagrosos, ¿Podemos comparar la espera de una carta con la fría inmediatez de una llamada o un mensaje?, ¿Podemos comparar el sonido predefinido de una llamada perdida con el primer contacto de una carta que acabas de recibir?



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